La ovejita en su globo

Llevaba días queriendo poneros la foto de la pequeña ovejita viajera, que quiere dar la vuelta al mundo en su globo.

Esta manualidad me encanta: con una esfera de porex está hecho el globo, forrada con la técnica del patchwork sin aguja, y de la misma tela los saquitos de los contrapesos. La cesta me la hizo mi abuelito Tomás, a quien cada día echo más de menos y a quien debo gran parte de estos genes creativos que he heredado. Los juncos con los que está hecha se llaman berceos, y él mismo los cogía en los alrededores del pueblecito en el que nació, Robledillo, en Ávila. Hizo muchísimas cosas con los berceos, desde fruteros hasta salvamanteles, y muchas cajas de distintos tamaños y formas y sus tapas, que encajaban perfectamente. Y tuve la enorme suerte de que me hiciera las cestitas de éste y un par de globos más que hice. Para él cualquier cosa que yo le pidiera se convertía enseguida en su prioridad, y dejaba lo que fuera que estuviera haciendo sólo por satisfacerme un capricho.

Me encanta que la ovejita emprenda su viaje en esa cestita, quizá él desde donde esté la vea pasar y seguro que sonríe. Perdonadme que me haya quedado un post tan sensible, pero cuando te falta alguien tan querido cualquier cosa suya basta para traértelo a la memoria.